Santiago, 05 de agosto de 2025. La transición del invierno al otoño marca el momento oportuno para que las personas de la tercera edad adopten o reintegren programas de ejercicio físico. Contrario a la creencia habitual de que la actividad física suponga un peligro en etapas avanzadas, la evidencia científica respalda que es la falta de movimiento la que compromete la salud y el bienestar. Simón Meza, kinesiólogo de Sportlife, aclara que el temor a sufrir caídas o dolores, especialmente tras experiencias previas, es común; sin embargo, un entrenamiento progresivo y supervisado se posiciona como una de las estrategias más eficaces para mejorar la calidad de vida en la vejez. Según el especialista, emprender un plan de ejercicios en agosto permite obtener numerosos beneficios, tales como el fortalecimiento del equilibrio, la reducción del riesgo de caídas, el alivio de molestias musculares y articulares, la disminución de la rigidez corporal y una notable mejora en la postura. Además, el ejercicio contribuye a elevar la autoconfianza, mejora el estado anímico y promueve la independencia funcional. Para garantizar la seguridad del proceso, se recomienda una evaluación médica o kinesiológica inicial que permita diseñar un programa personalizado. Las sesiones iniciales, de entre 10 y 20 minutos, deberían realizarse dos o tres veces por semana, enfocándose en la movilidad articular, la respiración, el equilibrio y la fuerza, evitando superficies inestables y asegurando siempre la presencialidad de un profesional. Entre las actividades sugeridas se encuentran las caminatas recreativas, ejercicios de fuerza con bajas cargas (que se incrementan paulatinamente) y rutinas de movilidad focalizadas en cuello, hombros, caderas y tobillos, complementadas con ejercicios de coordinación y respiración. El mensaje final del experto subraya que, sin importar la edad, es crucial iniciar de forma segura, con orientación profesional y objetivos claros, ya que cada progreso, por pequeño que sea, repercute positivamente en la salud integral.
Autor: Roberto Sánchez