El desafío de un sueño adecuado en la infancia: causas y soluciones

La creciente influencia de las pantallas y las rutinas desorganizadas están afectando el descanso de los niños. Expertos y marcas locales explican cómo mejorar la calidad del sueño infantil para favorecer su desarrollo integral.

En la actualidad, el uso intensivo de dispositivos electrónicos ha alterado los hábitos de sueño en la niñez. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Actividad Física y Hábitos de Sueño en Escolares del Ministerio de Salud (2022), más del 60% de los niños y niñas en Chile no alcanzan las horas de sueño recomendadas para su edad, afectando de manera directa su rendimiento escolar, bienestar emocional y desarrollo físico. La psicóloga Paula Moreno advierte que “la constante estimulación y la falta de una rutina organizada pueden impedir que los niños se concentren, autorregulen sus emociones y desarrollen de forma saludable”, enfatizando que un descanso adecuado es una necesidad biológica, no un lujo.

Ante esta problemática, la marca chilena Flores, reconocida por su especialización en ropa interior que prioriza el confort, invita a repensar las estrategias cotidianas para promover un mejor descanso en los más pequeños. En lugar de eliminar por completo la presencia de pantallas —una medida poco realista—, se sugiere implementar cambios en la indumentaria, como el uso de pijamas cómodos, suaves y fabricados con materiales que permitan la transpiración, garantizando así un sueño sin interrupciones. Alejandra Espinoza, Gerente de Marketing y Canales Digitales de Flores, señala que “una prenda inadecuada, con costuras rígidas o etiquetas molestas, puede marcar la diferencia entre una noche tranquila y una llena de despertares”, motivo por el cual las colecciones infantiles de la marca se centran en la ergonomía, suavidad y libertad de movimiento.

En cuanto a las recomendaciones, la Academia Americana de Pediatría establece que los niños en edad escolar deben dormir entre 9 y 12 horas cada noche. Sin embargo, un informe reciente de la Fundación Integra (2023) indica que solamente el 30% de los menores en Chile alcanza o supera las 9 horas de sueño durante la semana. Entre las dificultades más destacadas se encuentran el déficit de atención, irritabilidad, problemas en el crecimiento, bajo rendimiento académico y una mayor incidencia de enfermedades respiratorias. La falta de un descanso reparador también incide en la autopercepción de los niños, quienes pueden experimentar un aumento en la ansiedad y una disminución en su seguridad para enfrentar retos diarios.

Como complemento a la adecuada elección de prendas, se recomiendan prácticas sencillas que favorezcan el sueño, tales como la lectura previa a acostarse, el uso de luces tenues y desconectar los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir. Estudios de organismos como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud han mostrado que el uso excesivo de pantallas puede afectar no solo la atención, sino también el desarrollo emocional de los niños, información clave para que los padres tomen decisiones en la crianza.

En palabras de Alejandra Espinoza, “el celebrar el Día del Niño puede transformarse en una oportunidad para enfatizar la importancia del descanso como una forma de autocuidado y crecimiento integral”. Esta apuesta por un sueño de calidad busca no solo mejorar la salud física y emocional, sino también promover un futuro más equilibrado en el proceso de desarrollo infantil.

Autor: Roberto Sánchez

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